Mechi Cartier: Casandra, creo en ti
domingo, 28 de junio de 2020
"Blog destinado a aquellas personas que quieren salir del país y no saben por dónde empezar y están asustadas"¿CÓMO DECIDIR SI IRTE A VIVIR AL EXTERIOR? ESTRATEGIAS DE DECISIÓN PARA LOS QUE DUDAN
"Blog destinado a aquellas personas que quieren salir del país y no saben por dónde empezar y están asustadas “
¿CÓMO DECIDIR SI IRTE A VIVIR AL EXTERIOR? ESTRATEGIAS DE DECISIÓN PARA LOS QUE DUDAN
¿Te enfrentas a una decisión importante y no tienes claro qué hacer? ¿No sabes si aceptar esa oferta de trabajo en el exterior, renunciar para irte a estudiar a otro lugar o devolverte a tu país de origen?
Muchas personas creen que no son “buenas” tomando decisiones, pero lo que no saben es que cada uno de nosotros toma en promedio ¡35.000 decisiones al día! Un número impresionante a primera vista, pero si lo “de-construimos” vamos a ver que miles de estas decisiones las tomamos de manera inconsciente.
Por ejemplo, todos los días decidimos si apagamos el despertador y seguimos durmiendo, o si lo apagamos y nos levantamos a la hora prevista, decidimos qué ropa ponernos, qué desayunar, decidimos cuáles correos respondemos y cuáles no, si nos tomamos un café o un té en la mitad de la mañana, etc. ¡Es por esta razón que las rutinas y los hábitos que creamos son tan importantes! Pues éstos involucran comportamientos/acciones “automáticas” (casi inconscientes) que nos ayudan a optimizar el tiempo, filtrando las decisiones que debemos tomar en el día a día.
El ser humano se enfrenta continuamente a diferentes opciones sobre las que debe decidir y esas decisiones difieren entre otras cosas, en el impacto que tienen (o visto de otra manera, en el riesgo que implican) en nuestra vida. Es por esto que nos cuesta más trabajo decidir sobre unas cosas que sobre otras.
Para esas decisiones “importantes” como por ejemplo irnos a vivir al exterior, cambiar de trabajo, casarnos, escoger una carrera o incluso hacer compras que involucren un presupuesto más alto de lo que en promedio gastamos – por ejemplo, un carro o una casa, todos tenemos procesos de decisión diferentes. Algunos nos guiamos por la intuición, otros adoptan tácticas más racionales, pero definitivamente las decisiones con mayor probabilidad de generar el resultado esperado son aquellas que combinan ambos enfoques.
Cuando hablamos de un proceso de toma de decisión de carácter “emocional” o “intuitivo”, los órganos con los que normalmente lo relacionamos son el corazón y el estómago. Esto no es sólo porque muchas veces hay una sensación física característica relacionada con ellos, sino porque, de hecho estos dos órganos también “piensan”. ¿A qué me refiero exactamente? A que todos los seres humanos tenemos neuronas no sólo en el cerebro, sino también tanto en el estómago como en el corazón. ¡Miles de ellas! Así que la próxima vez, antes de subvalorar y/o descartar una opción que describes como “emocional” o “intuitiva”, recuerda que las fuentes de este tipo de decisiones tienen inteligencia propia.
Ahora, si hablamos de estrategias de decisión un poco más racionales (porque como mencioné anteriormente, lo ideal es que haya un equilibrio), existen varias maneras de evaluar las opciones a las que nos enfrentamos cuando tomamos una decisión importante.
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